domingo, 4 de marzo de 2007

La perlada

Es la perlada del siglo, de verdad. Yo pensaba que ver pelis de muertos por placer era ya demasiado. Pero qué va qué va. La peña aún da más de sí. Y es que un tipo ha montado su página web y escenifica su propia muerte en diferentes escenas. Juega con la inmortalidad y dicen que se ha convertido en el muerto vivo más famoso de la red. Normal.
Y con eso, pues el chico anda de oca a oca y tiro porque me toca, porque hace viajecicos y hace entrevistas para radio, televisión... Lo cierto es que el hombrecillo quería ser actor, pero, viendo que se le pasaba el arroz, ha decidido autopromocionarse de una forma sorprendente. Sin embargo, no se cansa de seguir intentando aparecer en los créditos de alguna película y da 10 razones por las que es un muerto de película:

1) ¡¡¡No tengo vello en mi espalda!!!: “Nadie quiere ver algo así; ni siquiera en un cuerpo muerto”.

2) No tengo pecas, verrugas o cosas feas en ninguna parte de mi cuerpo.

3) Tengo estatura y peso promedios: “Cero dificultades a la hora del vestuario”.

4) Estoy capacitado para actuar muchas clases de muertos: “Cowboy, asesinado por la mafia o por pandilla callejera, hombre de negocios, etc.”

5) Tengo muchos amigos: “Más gente irá a ver la película”.

6) Funcionaré como gran frase publicitaria: “Ayudamos a este tipo a cumplir su sueño”.

7) No tengo temperamento de divo: “Muy pocos problemas para negociar mi paga”.

8) No tengo ningún tatuaje: “La gente no podrá decir: ¡Hey, yo conozco a ese tipo!”

9) Soy pelado: “Cualquier peluca me quedará bien”.

10) Tengo cutis muy pálido: “¿Alguna vez vieron un cadáver con un buen bronceado?”

Después de ver esto, os animo a todos a no desechar ilusiones. Cualquier cosa puede ayudar a conseguirlo y no sabes cuándo llegará. De momento, Chuck Lamb (que así se llama el individuo)ha sido invitado para el próximo junio, por el Festival de Cine de Los Ángeles, donde se le entregará un galardón llamado Premio Especial a la Autopromoción. Y aprovechará su estancia en la ciudad del celuloide, para hacerse el muerto sobre la alfombra roja mientras las estrellas vivas pasan por encima de él sonriendo y saludando.

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